¿Soñando con vivir en una casa en Guatemala?

El mundo pronto completará un año de estar viviendo la peor crisis sanitaria de las últimas décadas, con el tiempo cada vez nos hemos adaptado mejor a los protocolos establecidos para disminuir el impacto de la pandemia, no obstante, aunque llevar el tapabocas puede ser cada día menos incómodo, manejar los espacios de nuestra vivienda para que cumplan múltiples usos, como home office, home school, sala de spa, cinema, etc ha sido muy complicado para todos los miembros de la familia y más si se cuenta con mascotas, por lo cual la idea de mudarse a espacios más amplios y cerca de la naturaleza ha sido un plan cada vez más común en la mente de las familias guatemaltecas y más cuando el factor distancia no influye en la decisión gracias al teletrabajo.

Por tal razón la demanda de este tipo de viviendas ha aumentado de manera exponencial en los últimos tiempos y a su vez también la oferta, puesto que debido al impacto económico que la pandemia ha traído no solo a Guatemala sino al mundo entero, muchas familias se han visto en la necesidad de rentar o vender sus casas y mudarse con familiares cercanos y de esta manera obtener ingresos extras. Está dinámica en particular ha traído dos fenómenos interesantes, el primero es el aumento del tiempo de desocupación de los inmuebles y el segundo la disminución de los precios tanto en renta o venta. Sí en este momento cuentas con el flujo de caja adecuado, recuerda que invertir en activos inmobiliarios nunca será un mal negocio.

Otro de los fenómenos que ha traído la pandemia y el aislamiento prolongado, es el preferir guardar distancia de cualquier persona fuera de nuestro círculo familiar, muchas familias han dejado condominios que habían habitado por años y donde incluso, antes de esta situación, tenían una sana relación con sus vecinos. No obstante, con el tiempo compartir espacios comunes, como el ascensor, el parque de juegos, entre otros espacios, se ha convertido en toda una odisea de salubridad, que finaliza normalmente en roces que ni la Junta de Administración puede manejar. 

Así que, si estás pensando en mudarte por estas razones, tómate el tiempo de conocer la cultura del nuevo lugar, prioriza condominios pequeños donde sea más fácil manejar la relación con tus vecinos y recuerda que no necesariamente todos toman las mismas precauciones que tu y esto no necesariamente esta mal, mientras se cumplas las reglas básicas como el uso de mascarilla y el control en el aforo en las reuniones que se manejen tanto en las áreas comunes como en las privadas.

Por último, es notable que la pandemia ha despertado el romanticismo en muchos de nosotros, quienes hemos visto la necesidad de conectarnos con la naturaleza, para llenar ese espacio que ha traído el aislamiento social obligatorio que hoy vivimos. Amanecer y poder visualizar el verde de un hermoso jardín puede traer un poco de paz en medio de las malas noticias que a veces abundan. Hace unos años vivir en un apartamento en un exclusivo lugar de la ciudad y con vista a los volcanes era más que un sueño, hoy poder vivir en una hermosa casa, con el espacio necesario para poder desconectarnos de vez en cuando, tal vez tomando una taza de café mientras cae el sol en nuestro jardín es tan poético como necesario.